Sin importar lo fabuloso que se vea tu maquillaje, te verás todavía mejor si tienes una linda y brillante sonrisa que acompañe al rubor y al rímel. No todos tenemos la suerte de tener dientes naturalmente blancos, pero por fortuna hay algunas formas fáciles de obtener los relucientes resultados que deseas. Esto es lo que debes hacer: 1. Se realista “Cada paciente nace con un tono básico en los dientes: amarillo, anaranjado o gris”, nos dice Charles A. Cacioppo, dentista de la ciudad de New York y profesor asociado de la facultad de odontología de la Universidad de New York. El éxito de cualquier técnica de blanqueado depende de tu color natural: los dientes amarillos por lo general se aclaran mejor que los que tienen un tono gris. Trata de lograr un tono tres o cuatro veces más claro que tu color normal. “Algunas personas con dientes que ya están blancos los quieren tener aún más blancos y yo procuro decirles que no lo hagan”, declara Cacioppo. “Se verá poco natural... no lucirá bien”