Llegó la temporada de las bodas, y muchas parejas en los Estados Unidos están comenzando una nueva vida; en serio o en broma, muchas novias confiesan: “Hoy me casé con mi mejor amigo”. Los invitados con los ojos empañados suelen sonreír ante esta idea… pero, ¿por qué no? Durante muchos años, nuestra cultura ha idealizado el concepto de que las relaciones saludables están conformadas por personas que son entre sí buenos amigos, y amantes a la vez. Pero eso, ¿es algo positivo? Un número cada vez mayor de expertos opinan que no. “La amistad es una gran parte del matrimonio; pero pretender que tu pareja sea ‘todo’ para ti, es algo poco realista, y puede tensar la relación”, explica la psicoterapeuta Marter Joyce, CEO de Urban Balance LLC, un grupo de Counceling en Chicago. “Las mujeres necesitan -y merecen- tener muchas personas en sus vidas que las amen y les puedan brindar contención, ya sea cuando hay una crisis como una enfermedad grave, o un problema cotidiano con un compañero de